Avaliação do consumo de alimentos e ingestão de ferro em adultos com anemia falciforme

Abstract

Introduction: Sickle Cell Anemia (SCA) is caused by homozygous hemoglobin S (HbSS) inheritance. It is characterized by chronic hemolytic anemia and vascular occlusion, resulting in chronic inflammation. In order to minimize and prevent the disease's symptoms aggravation, treatment with transfusion therapy is commonly required. When transfusion is done continuously, it can cause iron overload (IOL). Also in this scenario, in order to reduce the possible damage from excess iron, it is common for health care professionals to recommend restricting food sources of iron as well as reducing the consumption of food sources of vitamin C. These can result in the worsening of the overall quality of the diet and represent a risk of less consumption and absorption of iron. On the other hand, iron consumption above the recommendations may pose a risk of aggravation or development of IOL in people with SCA. To date, the food intake of a representative sample of adults with SCA is unknown, in addition, there are no studies in the literature to assess the iron consumption of these individuals. Therefore, the aim of this study was to evaluate food consumption, as well as iron intake in adults with SCA in the city of Rio de Janeiro. Methods: A cross-sectional study conducted between January and December 2019 with adults with SCA living in Rio de Janeiro city. Information on food consumption was collected through a 24-hour recall per participant. Socioeconomic and clinical data were obtained through a questionnaire. Food quantities consumed were converted into energy and in milligrams of iron and vitamin C through the table of nutritional composition of food consumed in Brazil. In addition, the foods consumed were grouped according to the NOVA classification. The prevalence of inadequate iron consumption was calculated by using the EAR method as a cutoff point, according to gender and age group of participants. Results: A total of 215 individuals were evaluated, 58.6% female with mean age of 36.6±11.5 years and 41.4% male with mean age of 33±10.6 years. The prevalence of inadequate iron intake was estimated at 40% among women within reproductive age, 8% among women over 50 years of age, and 2.8% among men. Iron intake above the tolerable limit was 0.8% among women and 3.4% among men. The intake of vitamin C below the EAR was observed in 61.4% of individuals. The largest portion of the iron intake came from natural or minimally processed foods (72.7%), especially meat (31%) and beans (23.5%), while intake from ultra-processed foods represented 23.5% of total iron intake. Corn and wheat flour-based foods contributed 17.5% of the total iron intake in the diet. The evaluation of iron intake in the different socioeconomic classes showed that classes A+B1+B2 and C1 had the highest median iron intake, while class C2 and class D-E had the lowest intake values. Conclusion: The risk of excessive iron consumption does not seem to be a serious problem in the population studied. Therefore, recommendations for iron and vitamin C restriction should be reassessed. It is important to emphasize that for a better understanding of the risks that iron intake offers to the population with SCA, it is necessary to also know the absorptive capacity of these people. These findings point to the need for better clinical, food and nutritional monitoring of patients with SCA as they may be more vulnerable to iron deficiency, especially women of reproductive age and people belonging to the lower socioeconomic classes.

Introducción: la anemia de células falciformes (ACF) es una enfermedad causada por la herencia homocigota de hemoglobina S (HbSS). Se caracteriza por anemia hemolítica crónica y oclusión vascular, lo que resulta en una condición inflamatoria crónica. Para minimizar y prevenir las agravaciones de esta enfermedad, el tratamiento con terapia de transfusión es comúnmente necesario. Cuando la transfusión se realiza continuamente, puede causar sobrecarga de hierro (SH). Aún en este escenario, para reducir el posible daño por exceso de hierro, es común que los profesionales de la salud recomienden la restricción de alimentos que son fuentes de hierro, así como la reducción del consumo de alimentos que son fuentes de vitamina C. Estos comportamientos pueden resultar en un empeoramiento de la calidad general de la dieta y representan un riesgo de menor consumo y absorción de hierro. Por otro lado, el consumo de hierro por encima de las recomendaciones puede representar un riesgo de empeoramiento o desarrollo de SH en personas con ACF. Hasta ahora, se desconoce la ingesta alimentaria de una muestra representativa de adultos con ACF, además, no existen estudios en la literatura que evalúen el consumo de hierro de estos individuos con ACF. El objetivo de este estudio fue evaluar el consumo de alimentos, así como la ingesta de hierro en un grupo de adultos con ACF en la ciudad de Río de Janeiro - Brasil. Métodos: estudio transversal, realizado entre enero y diciembre de 2019 con adultos con anemia de células falciformes que viven en la ciudad de Río de Janeiro. La información sobre el consumo de alimentos se recopiló con el auxilio de un recordatorio de 24 horas por participante. Los datos socioeconómicos y clínicos se obtuvieron mediante un cuestionario. Las cantidades de alimentos consumidos se convirtieron en energía y miligramos de hierro y vitamina C a través de la tabla de composición nutricional de los alimentos consumidos en Brasil. Además, los alimentos consumidos se agruparon según la clasificación NOVA. La prevalencia de la ingesta inadecuada de hierro se calculó utilizando el método EAR (Estimated Average Requirement) como punto de corte, según el sexo y el grupo de edad de los participantes. Resultados: se evaluaron 215 individuos, de los cuales 58,6% eran mujeres con una edad promedio de 36,6±11,5 años y 41,4% hombres con una edad promedio de 33±10,6 años. La prevalencia de la ingesta inadecuada de hierro se estimó en 40% entre las mujeres en edad reproductiva, 8% entre las mujeres mayores de 50 años y 2,8% entre los hombres. El consumo de hierro por encima del límite tolerable fue del 0,8% para las mujeres y del 3,4% para los hombres. La ingesta de vitamina C por debajo del EAR fue observado en el 61,4% de los individuos. La mayor parte del hierro consumido provino de alimentos frescos o mínimamente procesados (72,7%), especialmente carne (31%) y frijoles (23,5%), mientras que la ingestión del consumo de alimentos ultraprocesados representó 23,5% de la ingesta total de hierro. Los alimentos a base de harina de maíz y trigo contribuyeron con el 17,5% del hierro dietético total. La evaluación de la ingesta de hierro en las diferentes clases socioeconómicas mostró que las clases A + B1 + B2 y C1 tenían las medianas más altas de ingesta de hierro, mientras que las clases C2 y D-E tenían los valores de ingesta más bajos. Conclusión: El riesgo de consumo excesivo de hierro no parece ser un problema grave en la población estudiada. Por lo tanto, las medidas para restringir el consumo de hierro y vitamina C deben ser reevaluados. Es importante enfatizar que para comprender mejor los riesgos que la ingesta de hierro ofrece a la población con anemia de células falciformes, también es necesario conocer la capacidad de absorción de estas personas. Estos hallazgos apuntan a la necesidad de una mejor monitorización clínica, alimentaria y nutricional de los pacientes con anemia falciforme, ya que pueden ser más vulnerables a la deficiencia de hierro, especialmente las mujeres en edad reproductiva y las personas que pertenecen a las clases socioeconómicas más bajas.