Da experiência estética à experiência do real em narrativas cinematográficas latino-americanas contemporâneas

Abstract

En las últimas décadas, se observa un aumento significativo de producciones literarias y cinematográficas latino-americanas, y del reconocimiento de esas obras por los festivales y por el público. Hay en común en muchas de ellas las temáticas: periferias, violencia, experiencias individuales y colectivas consecuentes de un espacio globalizado y compartido por diferentes niveles socioeconómicos. En grande parte de esas producciones, por lo tanto, la ficcionalización crítica de la realidad es recurrente. Algunas de esas obras son marcadas por lo que Beatriz Jaguaribe (2007) ha llamado de choque de lo real : la utilización de estéticas realistas, de representaciones de hechos del cotidiano de la metrópoli globalizada como asesinatos, contactos eróticos, miseria, prejuicio con el objetivo de provocar en el espectador o lector un efecto de espanto catártico, de incómodo, de sensibilización. En ese sentido, la experiencia estética proporcionada por estos objetos artísticos debe afectar el espectador a punto de, confrontando los modelos de experiencia con los cuales está acostumbrado, provocarle una experiencia incómoda y terrible a principio, pero que desconstruye concepciones e imágenes hasta entonces establecidas por un discurso dominante. A partir del momento en que se tiene acceso al punto de vista de ese otro marginalizado y a realidades encubiertas, se alcanza a lo que Flusser llamó de experiencia de lo bello. La presente tese buscó, por lo tanto, defender y comprobar que es posible vivir una experiencia del cotidiano por medio de la experiencia estética del choque de lo real. El corpus de análisis se constituye de tres películas latino-americanas contemporáneas: El patrón, radiografía de un crimen (2014), Pelo malo (2013) e Amarelo Manga (2002). En cada una de ellas se analizaron las decisiones estéticas, materializadas en los recursos del lenguaje cinematográfico, y cómo éstas desubican el espectador de la posición de mero observador para el lugar de los personajes, permitiéndole experimentar sus cotidianos marginales. Así es que las películas estudiadas, al hacer un abordaje de la realidad periférica por la estética del choque de lo real, se encajan en la categoría de experiencia de lo bello de Flusser, pues despiertan una mirada crítica hacia la sociedad, una vez que presentan las vivencias y los puntos de vista de las minorías sociales